La experiencia comienza entre el Palacio Real y la Almudena, cruza el puente de la calle Bailén y se adentra por callejuelas cargadas de historia.
Desde la Basílica de San Francisco el Grande hasta las fachadas más emblemáticas, cada etapa revela el patrimonio bajo una nueva luz.
Los muros se iluminan con secuencias cinematográficas cuidadosamente seleccionadas para hacer resonar el pasado con el presente
.
Una inmersión única, entre emoción, luz y cine, accesible solo con Lorens.